Creí en falsos cuerpos y en aire artificial,
desperdicié mi tiempo escuchando melodías sin voz,
buscando algún repuesto que reemplazara al corazón.
Creí que ver la lluvia era sentir el dolor del cielo resbalando por mi piel
y las nubes me alejaban de aquella estrella que yo tanto amé.
Me encerre en cuatro paredes y me refugié en mi mente,
dando juicio a los sentimientos esclavizados por el miedo de no atreverse a ser.
Hoy soy el juez de mis sentidos, soy una libertina del amor,
soy culpable al escapar para robar tu corazón;
Todo lo que necesito, está en el aire que has de exhalar.
Caminé por años buscando la salvación
y hoy entre tus puertas entro al templo donde puedo ser lo que en verdad soy.
Me adhiero a tus paredes, nada es eterno pero podría resucitar,
ya no tengo miedo he encontrado mi lugar, estoy dentro de ti,
he encontrado mi hogar.
Hoy puedo ver la lluvia que regenera y me alimenta,
que me da vida y me llena de ti,
Y las nubes nos envuelven, nos esconden del dolor;
y por las noches se abren a mis ojos mostrando la perla deslumbrante,
aquella estrella que yo tanto amé.
Algún día emprenderé el largo viaje, algún día abandonaré mi hogar.
Y seguiré el largo camino para alcanzar la perla astral,
me robaría miles de estrellas para hacerte un collar,
que purifique tu cuerpo y se cierren las puertas para volverte inmortal.